Entrevista con nuestro colaborador El Hombre del Sombrero
Os ofrecemos una entrevista con nuestro colaborador El Hombre del Sombrero, publicada en el diario El Mundo de Valladolid.
La pasión forjada a golpe de látigo de Antonio de Prada
Su primer recuerdo de cine es ‘En busca del arca perdida’ y, a su manera, Antonio de Prada también ha emprendido, como el famoso arqueólogo de la película de Spielberg, su particular aventura. No en busca de objetos, sino de personas, como él dice mediante esa “especie de máquina del tiempo que es el cine, con la que puedes viajar y vivir vidas que uno no puede vivir”. Su primera parada le llevó hasta el Rock-Ola, mítica, histórica, legendaria sala, Arca de la Alianza de la ‘movida’ madrileña.
Con el documental ‘Rock-Ola. Una noche en la movida’ debutó como director de cine para recordar las historias que allí se vivieron hace 25 años, dando voz no “a los famosos tipo Almodóvar o Alaska, sino a otros. Músicos poco conocidos, los que trabajaron o estuvieron allí, los que no tienen voz”, cuenta de Prada.
Lo hizo no “con un ánimo de historiador, sino de contador de historias“. Unas historias que él no vivió. Antonio de Prada (Valladolid, 1977) tal vez empezaba a estar bajo el influjo del primer Indiana Jones, cuyo estreno coincidía con la apertura de la sala de conciertos madrileña (1981).
Recuerda que siempre le ha gustado el cine, que pasó por Cinematógrafo y Moviola, cursos para adolescentes promovidos por Caja España; por el Taller Municipal de Vídeo; y, un primer año, por el curso de verano de la Cátedra de Cine de la Universidad, a la que había llegado para estudiar Químicas.
Terminada la carrera se inscribe en una escuela de cine de Madrid, ciudad donde permanece diez años y rueda, tras un par de cortos, el citado primer largo, estrenado directamente en dvd por Avalon. “No vimos la necesidad de pasarlo a la gran pantalla, que además sobrepasaba con mucho el presupuesto”, admite. Costó unos 6.000 euros, sin productora ni subvención, entre amigos y con mucho tiempo: cinco años.
Su próxima historia le llevará más lejos en el tiempo, hasta los inicios del cine: “Una época rodeada de misterios, donde no todo está contado, incluso algunas cosas de lo contado no son verdaderas. Y una época muy divertida”.
Será un documental o, como él dice, “un verdadero falso documental”. Verdadero porque lo que se cuenta lo es; falso porque habrá actores interpretando a los implicados, los Méliès, Lumiére, Edison, Chomón y otros personajes anónimos. El título que tiene pensado para su nueva película es ‘Cuando los cineastas eran feriantes’. Está escrita, la escuela de cine donde estudió la producirá, una parte se haría en –”porque hablamos del cine Pradera”, avanza–, queda lo más arduo de la aventura, la búsqueda de financiación para un proyecto con varios ceros más que los de su primer viaje y con el mismo fin: descubrir y contar las vidas e historias de otros.
Al regresar de Madrid a su ciudad natal, De Prada abre una tienda con la que puede seguir en contacto con el cine. En ella ofrece todo tipo de ‘merchandising’, objetos de lo más variado relacionados con el cine (también con las series de tv o el cómic) y a la que llama, El hombre del sombrero (C/Montero Calvo). Prenda indispensable, como el látigo, del personaje interpretado por Harrison Ford.